El nuevo presidente de la Cámara de Comercio plantea una agenda de impulso al crecimiento basada en la modernización. Dice que esperan poder avanzar en estos temas con el actual Gobierno.
Jorge Hasbún fue recientemente electo como presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, pero tiene casi 15 años de laborar como voluntario en la gremial.
Comenzó en el Comité de Comercio en momentos en que la Cámara era presidida por Elena María de Alfaro, y trabajó en dicho comité durante siete años, en los que llegó a ser presidente del mismo.
Luego pasó a la junta directiva de la gremial, en cargos de director, tesorero, vicepresidente en el periodo de Javier Steiner, y actualmente es presidente. En su gestión le apostará temas como la facilitación comercial y el clima de inversión.
¿Qué visión espera darle a la Cámara durante su gestión?
Hay cosas que se han ido mejorando, desde que Javier Steiner dirigía la institución y yo era vicepresidente, iniciamos una modernización de todas las áreas operativas y administrativas, generando nuevos procesos y tratando de llevar nuevos beneficios para los socios. Uno de los temas más relevantes que espero trabajar es la alineación institucional, nosotros tenemos nuestra filosofía gremial, que es nuestra misión, nuestra visión y nuestros principios y valores, y de esto se desprende nuestro plan estratégico. Y del plan estratégico, todos los planes de trabajo, presupuestos, objetivos, están definidos y amarrados a este plan y filosofía gremial. Este alineamiento estratégico que es algo que se busca, es complejo porque tenemos aparte de 100 colaboradores, 2,500 socios, 300 voluntarios, talvez una de las riquezas más grandes que tiene nuestra gremial. Los voluntarios aportamos nuestro tiempo y somos los que conformamos desde la junta directiva hasta los comités asesores que tenemos de industria, de comercio, de servicios, de turismo, también tenemos las filiales, donde los consejos directivos también están conformados por voluntarios. Queremos trabajar con toda esa estructura de voluntariado, capitalizar todos los aportes que dan, esa es una de las labores más importantes que queremos emprender.
¿Cómo está constituida actualmente la Cámara de Comercio?
Tenemos 2,500 socios. La mayoría son del sector servicios, un 45 %. Hay un 32 % del sector comercio. El 64 % están en San Salvador, pero también San Miguel, Sonsonate y Santa Ana tienen aproximadamente un 10 % de participación, al igual que La Unión. La mayoría de nuestras empresas son pequeñas y medianas, de todos los sectores: turismo, transporte, financiero, construcción, industria, agroindustria, exportadores, lo que nos convierte en una gremial muy dinámica pero también más compleja en cuanto a que no protegemos intereses sectoriales sino que nos basamos en principios.
¿Cómo gestionan el ser una voz para el sector, como entidad gremial, sobre todo ante los gobiernos?
Lo que siempre buscamos es colaborar con los gobiernos y buscar cumplir nuestra misión institucional. Ahorita tenemos algunos objetivos para trabajar, programas ambiciosos de la 4a. Revolución Industrial, estamos impulsando el emprendimiento, la cultura de innovación, y en general haciendo más competitivos a los socios. La gremial tiene 300 voluntarios y estos también son parte del día a día y del vivir de la gremial, se mantienen informados y activos en su sector, y hacia afuera siempre buscamos incidir en la manera que podamos aportar a cumplir nuestra misión.
¿Ahora cómo ven la relación entre el sector privado y el gobierno?
El actual gobierno ha tenido buenas relaciones con el sector productivo. Tenemos buenas expectativas del Plan Despegue Económico, no lo conocemos a profundidad pero estamos esperando para sumarnos. De la misma manera, la Secretaría de Comercio e Inversión está consultando para definir una agenda de trabajo para traer inversión y nuevas cadena de valor, estamos listos para sumarnos. En ese sentido lo vemos positivo.
Uno de los enfoques de este gobierno es mejorar el clima de inversiones, reduciendo las trabas burocráticas, ¿cómo ve que se está trabajando esta parte?
Hay varios temas del lado de política pública que nosotros siempre hemos estado impulsando, mucho de eso tiene que ver con la confianza y la predictibilidad, hay muchas barreras al comercio también, mucha tramitología. Estamos proponiendo temas concretos como la Ley de Modernización Laboral, modernizar las aduanas, facilitar la formalización de las empresas, simplificar los trámites gubernamentales, todos estos son temas pendientes que adeuda el Estado pero que estamos impulsando y tratando de acompañarlos porque van a beneficiar al país. La simplificación es uno de los aspectos que podría tener un desencadenamiento positivo en la economía.
¿Hay alguna instancia o tema en particular en el que se les haya invitado a colaborar, de parte del Ejecutivo?
Hemos tenido bastantes noticias del Plan Despegue Económico o lo que está haciendo la Secretería de Comercio e Inversión, pero no tenemos hasta este momento un tema concreto en el que podamos acompañarlos.
Pero sí forman parte de instancias desde las que se impulsan estos temas de facilitación. ¿cuál ha sido la recepción de estos esfuerzos por parte de la actual administración?
Sí, por ejemplo la Cámara forma parte de CIFACIL y hay una mayor apertura, hay una claridad de los temas que generan problemas para el crecimiento económico, y en la medida que exista un ambiente de colaboración y respeto, estos temas se irán solventando de buena manera.
Usted mencionaba que se requiere predictibilidad para el clima de inversiones, ¿cómo pueden afectar esto los eventos del 9 de febrero en la Asamblea Legislativa?
Dos días antes de los eventos en la Asamblea, la Cámara emitió un comunicado, preocupados de lo que podía pasar. Obviamente no es algo que debe de repetirse, no es algo que tuvo que haber pasado nunca, y el Gobierno tiene que tomar acciones contundentes para lograr recobrar esa confianza perdida.
¿Creen que esto tendrá repercusiones negativas, por ejemplo, en la evaluación del riesgo país?
Esperamos que no sea así, pero estamos seguros que será uno de los factores a evaluar.
¿Qué otras cosas pueden afectar el desempeño de la economía este año, cómo ven las perspectivas para 2020?
Hay elementos externos que van a generar problemáticas en el crecimiento. Con todos estos temas que han evolucionado en los últimos meses, como el coronavirus, ya lo vemos en las bolsas de valores de los diferentes países, y en el tema de la cadena logística y la cadena de abastecimiento, tendrá una afectación a la baja. Ante estas situaciones es importante acelerar las medidas correctivas internas que podamos llevar a cabo para que la afectación se disminuya.
Ven con preocupación el coronavirus, ¿también las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China?
Es una situación que ha pasado a segundo lugar, pero en la medida que Europa integre a Inglaterra y hagan un Brexit ordenado, que China y Estados Unidos mantengan una relación comercial saludable, transparente y fluida, y se controle el tema del coronavirus, que está teniendo afectaciones obviamente humanas pero también económicas, en base a esos tres factores hay que ir viendo cómo se desarrollan, pero no es tan optimista el posible escenario, como cuando se inició el año.
¿Y a lo interno?
A lo interno hay muchos temas, algunos que venimos trabajando hace años, por ejemplo la simplificación de trámites gubernamentales, la modernización de las aduanas, la Ley de Modernización Laboral, la seguridad, que un documento de 2016 del Banco Central de Reserva señalaba que nos cuesta $4,000 millones al año, el 16 % del Producto Interno Bruto, sobre todo en robos y extorsiones, pero también inversiones perdidas, y costos asociados de salud.
Las autoridades de seguridad reportan un aumento del 30 % en las denuncias por extorsión, ¿ustedes como Cámara cómo lo perciben?
Similar, por eso es importante avanzar en un plan integral que también tome en consideración la extorsión. Si hay un aumento en las denuncias hay que tomar acciones alrededor de eso porque es la data dura. Hay más trabajo por hacer, si hay más denuncias eso debe llevar a una investigación. Es complicado que haya despegue económico si no hay certeza. La seguridad es multidimensional: jurídica, personal, y también la percepción. La Cámara siempre se ha sumado y se seguirá sumando a cualquier tema que vaya en pro de ir resolviendo esos grandes problemas del país.
Ahora, hay otros aspectos importantes, como reducir la burocracia, mantener las finanzas públicas sanas, porque en la medida que nuestros ratings y calificaciones estén bien, también el financiamiento interno mejora, si eso se deteriora se nos encarece el dinero a todos.
La institucionalidad, la transparencia, el presupuesto debe ser usado de la manera más eficiente posible y con los mejores resultados, y el clima de paz y seguridad interna son indispensables para que haya empleo.