En el caso de Uruguay, se subió el IVA en siete puntos para financiarlo.
René Novellino, director ejecutivo de la entidad, dijo que el partido en el Gobierno ha hablado de un sistema mixto intergeneracional, administrado por privados, pero sin dar mayor detalle.
En un sistema mixto, el trabajador cotiza de forma obligatoria y simultánea a un régimen de reparto y a uno de capitalización, con base en su salario. Por ejemplo, un empleado que gana $600 cotiza con los primeros $400 al sistema público, y sobre el resto a su cuenta de ahorro individual.
Así funciona, por ejemplo, en Uruguay. Novellino dijo que ese es un caso particular: al mantener el régimen de reparto (los trabajadores jóvenes mantienen con sus aportes a las pensiones de los jubilados), que es deficitario por definición, establecieron una tasa de cotización alta.
En El Salvador es del 13 %, del cual un 6.25 % lo aporta el trabajar y el resto el empleador. En Uruguay es el 22.5 %, 15 % que aporta el trabajador y 7.5 % el empleador.
“Aun con esta cotización, el reparto es deficitario, y para cubrirlo el Estado debe hacerle transferencias. Elevaron el IVA siete puntos porcentuales, hasta 21 %, y esos siete puntos se van para pagar reparto”, explicó Novellino.
Agregó que a pesar de reconocer que el de reparto no es un régimen autosostenible, lo dejaron vigente porque la población uruguaya tiene un porcentaje significativo de adultos mayores.
“La lección allí es que se reconoce que el régimen de reparto no es sostenible ni con una tasa de cotización del 22.5 %, y requiere recursos fiscales adicionales”, dijo.
Fuente: La Prensa Grafica