El Salvador: ¿Qué busca la Ley de agilización de trámites aduanales?

La burocracia en las aduanas fue una de las quejas que mandatarios de los países del Triángulo Norte hicieron a El Salvador en la pasada reunión en Miami.

Recientemente el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, vetó el decreto de Ley de Simplificación Administrativa, una herramienta propuesta para agilizar los trámites administrativos comerciales. Pero, ¿qué beneficios aporta realmente dicha normativa?

Esta Ley que ya lleva en discusión varios meses y se planteó como una solución a la buro

cracia excesiva que enfrenta el sector productivo diariamente y que necesitan traspasar las fronteras para realizar negocios de exportaciones como importaciones.

Previo al veto del presidente Sánchez Cerén, representantes del sector productivo habían señalado que de no sancionarse la normativa traería una mala imagen al país para generar negocios pues el tema de la burocracia para la realización de trámites es uno de los puntos que ubican a El Salvador con baja competitividad, de acuerdo al Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial.

Entre las reformas a la Ley se contempla agilizar los plazos de entrega de mercaderías y se establece el retiro de productos se hará “dentro de las 24 horas posteriores a la llegada de la mercancía, sin importar si el plazo se vence en día inhábil”.

Por su parte, el diputado de GANA Francis Zablah, quien hizo la propuesta sostuvo que “a las empresas lo que les interesa es que la mercadería que vino para Semana Santa tenerla antes de Semana Santa, no después de Semana Santa, por ejemplo”.

Además, incluye la disminución en los costes de almacenaje, que es otra de las constantes quejas de los empresarios quienes debido a la burocracia en los trámites pasan hasta dos meses con su mercadería almacenada sin poderla retirar, lo que al final se traduce en una factura alta por almacenamiento. Los transportistas de carga, en reiteradas ocasiones, han denunciado que debido a la tardanza, producto que es perecedero se pierde por la espera.

Ahora, los diputados deberán discutir nuevamente las reformas y llegar a un consenso para buscar la aprobación del Ejecutivo.