Bancos, supermercados, farmacias y gasolineras son algunas de las que ya cuentan con nuevas reglas.
A un mes de la entrada en vigor de la cuarentena domiciliar obligatoria, las empresas comienzan a adaptarse a una “nueva normalidad” marcada por protocolos sanitarios para eliminar el riesgo de contagios del COVID-19.
Bancos, supermercados, farmacias, gasolineras y compañías de distribución de alimentos son parte de un limitado de grupo de empresas autorizadas para trabajar en la emergencia, y se han visto obligadas a acomodarse rápidamente a un entorno donde predomina la gel antibacterial, mascarillas, termómetros y distanciamiento social.
Aún no se tiene fecha para la reapertura total de la economía, pero privados y gobierno discuten los nuevos protocolos generales para cuando el proceso comience de manera gradual.
“Debemos analizar cómo reactivar la economía del país, porque cuando el presidente Nayib Bukele indique que ha finalizado la cuarentena, no saldrá todo el sector productivo de una vez”, anticipó esta semana el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes.
Por su parte, Rolando Castro, ministro de Trabajo y Previsión Social, explicó que en conjunto con un grupo de especialistas en salud -y en consenso con la empresa privada- han definido los protocolos extremos máximos en materia sanitaria para la operación de los servicios esenciales.
De acuerdo con la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), solo un 15 % de las empresas del sector está en operación y corresponde del ramo de alimentos, farmacéutica y textiles que han reacomodado sus procesos para fabricar insumos para el personal al frente de la emergencia por la pandemia.
Castro detalla que estas firmas trabajan con el 20 % de su personal, adoptando sus procesos a los distintos decretos Ejecutivos que las habilitan y que les permiten mantener su producción en hasta tres turnos.
Una nueva realidad
Jorge Arriaza, director ejecutivo de la ASI, reveló que han presentado a las carteras de Salud y Trabajo unos 21 protocolos que están a la espera de un aval definitivo. En tanto, Jorge Hasbún, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), consideró que las empresas se acomodan a una nueva realidad y que en ese proceso es clave la estandarización.
“Si en un local local -por ejemplo, un supermercado- antes podías tener 100 personas a la vez ahora solo se podrán tener a 25 (…) Los supermercados están abiertos, es una venta minorista y si se puede manejar bien en un supermercado se puede replicar en cualquier venta minorista (repuestos, ropa, zapatos, entre, otros) para eso están los protocolos, para hacerlos en orden”, dijo Hasbún.
Walmart El Salvador, una de las dos grandes cadenas del sector de retail en el país, en sus tiendas, pero también añade nuevas para limitar más el riesgo de contagio.
Claudia de Ibáñez, gerente de Asuntos Corporativos de la compañía en el país, explicó a Diario El Mundo que una de las medidas de bioseguridad adoptadas es la colocación de acrílicos en las cajas -entre compradores y cajeros-, en áreas de farmacias y áreas de servicio al cliente, algo que destaca ayuda a no solo a los clientes sino a sus asociados a quienes han dotado de de mascarillas y alcohol en gel.
Actividades cotidianas han tenido un giró importante, mas allá de cosas evidentes como la regulación de la cantidad de compradores en un establecimiento, hay otras actividades tras bastidores que de Ibáñez resume “se llevan a cabo constantemente como los programas de limpieza y desinfección de áreas , procesos, carritos, entre otros”.
El cambio también involucra a operaciones más grandes, como las de la industria, que debe acomodar procesos para cumplir normas de distanciamiento social, algunas ya aplicadas en empresas del sector textil como Intradeco que ahora incluye líneas de producción de insumos médicos.
Jaime Miguel, director de la compañía, explicó que el nuevo entorno será un reto y que el tejido productivo tendrá que aplicar nuevos criterios. Actualmente la firma ha comenzado a organizar turnos para que -en tiempos más prolongados- en cualquier momento haya más gente para tener el distanciamiento social requerido por las autoridades.
Una nueva normalidad
Miguel Ramos, gerente de ventas de Texaco El Salvador, explica que en el rubro de venta de combustibles constantemente se hace énfasis en las medidas de higiene tanto en la terminal de abastecimiento, como en las estaciones de servicio y las tiendas de conveniencia Food Mart. La nueva realidad incluye el uso de mascarillas, guantes, y mantener la distancia.
Juan Pablo Ardón, gerente general CEMEX El Salvador, explica que acatarán en primer término las recomendaciones dictadas por el gobierno, las que se suman a una estrategia institucional para este tipo de eventos basada en cinco pilares: respuesta rápida, continuidad operativa, prevención personal, comunicación y monitoreo.
Por José Barrera | Recopilado de elmundo.sv el 22 de abril del 2020