La entidad descarta riesgos en el sistema por la disciplina en el manejo de las carteras de las entidades.
La banca sigue perfilándose como el motor que dará fuerza a la reactivación de la economía tras un 2020 marcado por la crisis económica asociada por la pandemia del covid-19.
Miguel Ramírez, presidente del Instituto de Garantía de Depósitos (IGD), explicó que el sector se mantiene sólido debido al buen manejo de las carteras, mientras generó condiciones para favorecer a los usuarios afectados por la desaceleración de la economía.
“Afortunadamente durante todo este año, la banca ha sido de mucho apoyo para el sector económico y el mismo sector fiscal”, dijo el presidente del IGD, una entidad que este 2020 cumplió 21 años de operación.
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El Instituto nació en 1999 por decreto legislativo y como una entidad pública, de crédito, autónoma, con el objeto de garantizar los depósitos del público en sus instituciones miembros en caso de problemas con el manejo de bancos privados.
Sin embargo, desde su nacimiento -hace 21 años- no ha tenido que intervenir debido a las condiciones de sanidad con las que operan los actores del sistema.
“Hay que recordar a finales de la década de 1990, sí hubo problemas de bancos que tuvieron que cerrarse como Finsepro y Insepro, que fueron los últimos, a raíz de eso se vio la necesidad de tener una institución que garantizara los depósitos para que la gente no tuviera que preocuparse por eso”, dijo Ramírez.
Actualmente el IGD cubre los depósitos del público por hasta $10,289 (por persona e institución financiera).
“Afortunadamente en estos 21 años no hubo la necesidad de que nosotros tuviéramos que actuar apoyando financieramente en el proceso de reestructuración de un banco, que es cuando tienen problemas, o pagando la garantía de depósitos”, dijo.
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De acuerdo con el funcionario, una de las principales fortalezas del sistema financiero salvadoreño es que la mayoría de las instituciones son del exterior con matrices en Estados Unidos o Colombia. “Son muy fuertes parte de conglomerados, eso les apoya mucho y favorece para que tengan buenas prácticas de gestión de riesgo que les permite tomar las acciones necesarias cuando las situaciones económicas son un poco más graves”, dijo.
De acuerdo con la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), hasta octubre, el crédito tuvo un saldo de $13,302 millones con un crecimiento del 2.4% anual, mientras que los depósitos aumentaron en 11.1 %, es decir $14,802 millones, como una señal de la confianza del público en el sistema.
Resistencia a la pandemia
La banca nacional reporta incrementos pese a la disminución de la actividad económica por la emergencia sanitaria.
- Liquidez: Hasta octubre, la liquidez del sistema bancario nacional es amplia, el coeficiente de liquidez neta registró 38.2% superior al 12% requerido por ley.
- Reservas: La cobertura de reservas alcanzó 201.3%. Los indicadores financieros muestran solidez y estabilidad que ha permitido apoyar a sus clientes afectados.
- Remesas como apoyo: Las remesas familiares, de enero a octubre aumentaron 2.6% respecto a igual período de 2019, con crecimiento interanual de 2 dígitos desde junio.
Por José A. Barrera | Recopilado de diario.elmundo.sv el 8 de diciembre del 2020