La Comisión Ejecutiva Autónoma del Río Lempa (CEL) anunció el reinició de la construcción de la presa El Chaparral, pero a un costo 32 % superior al presupuesto original de la obra.

El presidente de la autónoma, David López Villafuerte, dijo que el nuevo presupuesto para finalizar la central hidroeléctrica El Chaparral asciende a $290 millones, unos $71 millones adicionales a los $219 millones proyectados originalmente.

“Las licitaciones (para continuar la obra) ya están aprobadas y en curso, ya solo estamos en la parte de no objeción de los entes financieros. Son licitaciones de la parte de la turbina, la casa de máquinas y el suministro de concreto”, dijo López, y agregó que buscarán a empresas nacionales para continuar la construcción.

El funcionario indicó que esperan reiniciar las obras de construcción entre noviembre y diciembre próximo y se han planteado finalizar la central hidroeléctrica en el primer semestre de 2017, “todo eso dependerá de los dos eventos de época seca porque es en ese tiempo cuando se construyen las presas, y en época lluviosa se sigue con la infraestructura donde no interviene el río”.

Según la planificación original, El Chaparral debía estar inyectando energía a la red eléctrica del país a partir de 2013. La central hidroeléctrica se construye en el departamento de San Miguel, sobre el cauce del río Torola, y su edificación inició en 2008; sin embargo, a raíz de los daños que ocasionó la tormenta Ágatha en 2010, por movimientos geológicos en el margen derecho de la obra, esta se retrasó.

Astaldi era la empresa encargada de la obra, bajo un contrato llave en mano, que no permitía modificaciones. Tras los daños ocasionados por el fenómeno natural, la empresa desistió en continuar con la construcción. El contrato se canceló a través de un criticado acuerdo entre Astaldi y la CEL, con el que la autónoma pagó cerca de $108 millones a la empresa en concepto de trabajos realizados. Se prevé que la hidroeléctrica tenga una potencia de 66 megavatios.

El presidente de la CEL dijo que han descartado el diseño original hecho por la empresa brasileña Intertechne, y que han decido rediseñar, con el fin de “ reducir costos”.

“Movimos el dique 670 metros más arriba donde hay una consolidación de todo el subsuelo y tiene mejores condiciones. Nos evitamos ese margen derecho que está un poco inestable y había que impermeabilizarlo completamente y eso es demasiado caro”, explicó López.

Piden claridad

Luis Cardenal, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), señaló que es necesario aclarar todo el proceso por el que ha pasado la construcción, los fondos y en especial el arreglo al que llegó la CEL y Astaldi. Además, criticó el incremento en los costos ya que significan más deuda para el país.

“El Chaparral es una de las grandes deudas que existen en el país, porque ahí es donde han desaparecido una cantidad multimillonaria de recursos. Es bueno que se haya reactivado, pero antes hay que ser transparentes y dar explicación de qué ha pasado”, dijo.

En el mismo sentido, Jorge Daboub, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), recordó que el precio promedio por megavatio instalado para un proyecto hidroeléctrico es de $2 millones.

“Esta es una obra que debió costar $120 millones, se licitó y contrató en $220 millones y ahora quieren $70 millones más, es el colmo del irrespeto a la transparencia en el país”, criticó.

El empresario pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) ser eficiente en la investigación de este caso, y prestarle la atención que se merece.

También hay dudas sobre el nivel de avance de la obra. Solo la disolución del contrato con Astaldi requirió $108 millones, que representan un 37 % del presupuesto que, según la CEL, requerirá el proyecto.

Del costo de la obra, $163 millones es préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). El avance de la obra, según la autónoma, es del 30 %, pero dicho cálculo fue dado a conocer antes de que se señaló que ha habido un cambio de diseño en el proyecto.

“Se pagaron $108 millones por tener un hoyo”, se quejó Daboub, quien además recordó que la misma Astaldi advirtió que el terreno ya no era propicio para levantar una infraestructura de tal envergadura.

López defiende que se retome la obra y la ubicación de la misma. “En 1998 se hizo una prefactibilidad del proyecto, tomó nueve puntos del río Torola y el mejor evaluado fue El Chaparral”, explicó en una entrevista con LA PRENSA GRÁFICA realizada a finales del año pasado. El Chaparral será la primera presa hidroeléctrica que se construye en El Salvador después de varias décadas.

Fuente: El Economista 

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