Según la más reciente investigación de Redibacen, el salario mensual en el área urbana ha perdido cobertura entre 1998 y el año 2012.

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Entre 1992 y 2012, los salarios mínimos de la zona urbana y rural fueron insuficientes para cubrir el costo de la canasta de mercado, según la más reciente investigación desarrollada por la Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (Redibacen).

La canasta de mercado es un indicador que incluye 238 artículos representativos de los patrones de consumo de un hogar, según la Dirección General de Estadística y Censos (Digestyc). A diferencia de la canasta básica, abarca otros servicios como la educación, salud, alojamiento, cultura y recreación.

Así, el estudio denominado “Patrón comercial, competitividad y crecimiento económico de El Salvador 1990-2012”, presentado por el investigador William Martínez, revela que en 1992, el salario mínimo vigente de ese entonces cubría solo 0.70 veces el costo de la canasta de mercado. “El salario urbano no cubre la canasta de mercado, la mayor cobertura fue en el año 1995 con 0.82”, indicó Martínez.

Para 2012, los datos indican que el salario mínimo urbano solo logró cubrir en 0.61 veces la canasta de mercado, mientras que en el área rural, la cobertura fue de solo 0.37, lo que implica que se requeriría ganar casi tres veces un salario de esta categoría para cubrir las diversas necesidades de un hogar rural.

Dado que Digestyc no calcula el valor de la canasta de mercado desde hace unos cinco años, tal como confirmó su personal, el valor más cercano a este es el gasto por hogar mensual, calculado por esta institución en la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM). Hasta 2013, el gasto por hogar mensual en el país fue de $396.64.

Si este dato se compara con el salario mínimo de la industria hasta este año, que es de $237, este sueldo solo cubre el 59.7% del gasto por hogar mensual, en caso que una sola persona aporte ingresos al hogar.

El estudio de Redibacen también compara la cobertura de los salarios mensuales de los ocupados en la zona urbana que presenta la EHPM y el alcance de los salarios medios mensuales cotizables en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).

Las estadísticas señalan que los salarios mensuales de los ocupados urbanos en promedio, tuvieron la mayor cobertura de la canasta de mercado en 1998, al cubrir 1.21 veces dicho indicador; no obstante, han perdido cobertura hasta representar solo un 0.82 de su valor en el año 2012.

“Una de las causas es la pérdida del poder adquisitivo. Los alimentos y derivados del petróleo encarecieron la canasta tras la crisis de 2008 y ya no bajaron, eso reduce la capacidad de compra, y entonces todo el efecto se va al empleo y los ingresos”, explicó Martínez.

Mientras tanto, los salarios medios mensuales cotizables en el ISSS, que son los más altos que se reportan, cubrieron 1.13 veces el valor de la canasta de mercado en el año 2012. La cobertura más alta en este segmento se dio en 1997, cuando cubrió 1.57 veces el valor de este indicador.

“En los últimos años las coberturas de salarios han incrementado y han disminuido los niveles de pobreza, eso también es cierto, pero en el mediano plazo se ve que el cambio de la tendencia debe ser sostenible”, agregó el experto.

La cobertura de la canasta de mercado es solo uno de los enfoques utilizados dentro del estudio de Redibacen para hablar sobre el factor de la equidad como un punto fundamental dentro del modelo de desarrollo al que debe apostar el país.

Ante ello, el investigador propone la creación de empleos productivos con garantías sociales y progresivos niveles de equidad que se reflejen en salarios acordes a la productividad y que contribuyan especialmente a mejoras de la calidad de vida en la zona rural.

“En el análisis de equidad hay que saber quiénes ganan más. Cuando crece la economía, la pobreza extrema urbana disminuye rápidamente y eso es bueno; sin embargo, la rural no disminuye tan rápido. En caso contrario cuando la economía decrece, la pobreza rural  aumenta, y en períodos de recuperación y con bajos crecimientos (similar a lo actual) la pobreza rural disminuye menos”, acotó Martínez.

El estudio señala que la falta de equidad es además, uno de los componentes que influyen en la baja competitividad del país, ya que existe una “estrategia de bajos salarios” pese a que los costos laborales se redujeron en 0.8% entre los años 1993 y 2012. “Este análisis es muy nteresante porque al trabajador se le retribuye con bajos salarios”, indicó.

238

La canasta de mercado incluye 238 artículos, según Digestyc.

0.61

El salario de la zona urbana, hasta 2012, sólo cubrió 0.61 veces la canasta de mercado.

Datos destacados del estudio de Redibacen

En el período de 1992 a 2012, el comercio y la agricultura fueron los sectores que generaron más empleos en el país, seguidos de los servicios globales y la industria manufacturera. Entre los cuatro sectores, conforman el 65.7% de los ocupados en ese período.

El sector informal aún es importante en la economía al representar un 27.2% de la Población Económicamente Activa (PEA), que no cuentan con acceso al ISSS. No obstante, en el sector formal de la economía, solo nueve de cada diez trabajadores cotizan al ISSS.

La investigación señala que el 33% de la PEA lo constituyen trabajadores no calificados, que son mayoría junto a los artesanos y comerciantes. Pero, del 67% de trabajadores con algún tipo de calificación, solo 3.2% son profesionales, científicos e intelectuales.

Fuente: Diario el Mundo

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